biodanza con alicia

HISTORIA del ENEAGRAMA

HISTORIA del ENEAGRAMA

Eneagrama: (del griego ennéa = nueve + gramma = signo)

Es un conocimiento acerca de la realidad que procede de varias fuentes de sabiduría antigua y que se combina con la psicología moderna.

No se conoce el origen exacto del símbolo del eneagrama, pero tiene al menos 2.500 años de antigüedad. Quizás se originó en Babilonia. Su derivación de la geometría y las matemáticas, sugieren influencias del pensamiento griego clásico. Plantea teorías  de Pitágoras, Platón y algunos filósofos neoplatónicos. Forma parte de la tradi­ción occidental que dio origen al judaismo, el cristianismo y el islam, así como a las filosofías hermética y gnóstica.

El responsable de introdu­cir el símbolo del eneagrama en el mundo moderno fue el armenio-griego George Ivanovich Gurdjieff (1875). Un buscador de la verdad que pensaba que había un conocimiento perdido para transformar la psique humana. El eneagrama que enseñaba era un modelo de procesos naturales (psicología, espi­ritualidad y cosmología)con el que ayudaba a sus alumnos a compren­der su lugar en el Universo y su finalidad en la vida.

Gurdjieff explicaba que el símbolo del eneagrama tiene tres partes que representan tres leyes que rigen toda la existencia.

El círculo, mándala universal usado casi en todas las culturas. Representa la unidad, la totalidad… Simboliza la idea de un todo, la unidad. La figura geométrica perfecta.

El triángulo, que representa el mundo tridimensional,  las esferas del árbol de la vida de la cábala, lassefirot (Kéter, Bina y Jojmá). Los budistas hablan de Buda, Dharma y Sangha. Los hindúes, de Visnú, Brahma y Siva, en Egipto Isis, Osiris y Hurus… La «Ley de Tres» dice que todo lo que existe es resultado de la interacción de tres fuerzas: activa, pasiva y neutralizante. Los descubrimientos de la física moderna apoyan esta idea, los átomos están formados por protones, electrones y neutrones. La física ha descubierto que en realidad sólo hay tres: la fuerza fuerte, la fuer­za débil y el electromagnetismo.

La hexada, cuya figura sigue los números 1-4-2-8-5-7, simboliza la «Ley de Siete», que tiene que ver con el proceso y el desarrollo en el tiem­po. Afirma que nada es estático, todo se mueve y se convierte en otra cosa. In­cluso las piedras y las estrellas se transforman finalmente. Todo cambia, se recicla, evoluciona o se transfiere, aunque de modos legítimos y previsibles según su naturaleza y las fuerzas que actúan sobre ello. Los días de la sema­na, notas musicales, los colores, la regeneración celular, geométricamente es al mejor modo de almacenamiento.

Uniendo estos tres elementos (círculo, triángulo y hexada) obtenemos el eneagrama. Es un símbolo que representa la integridad de una cosa (el círcu­lo), cómo su identidad resulta de la interacción de tres fuerzas (el triángulo) y cómo evoluciona o cambia con el tiempo (la hexada).

La psicología de los nueve tipos se remonta por lo menos al siglo IV. Sin embargo fue el boliviano Oscar Ichazo quien, a comienzos de los años cincuenta, descubrió la conexión entre el símbolo y los 9 tipos de personalidad. Desde muy joven se fascinó por el descubrimiento de conoci­mientos perdidos. Viajó por el mundo en busca de sabiduría antigua y comenzó a destilar lo que había aprendido. Los nueve atributos divinos tal como se reflejan en la naturaleza humana (Eneadas de Plotino en el siglo III) entraron en la tradición cristiana como sus opues­tos. La distorsión de los atributos divinos se convirtió en los siete pecados (o «pasiones») capitales, más otros dos (el miedo y la mentira o engaño). Pasó a la li­teratura medieval, los Cuentos de Canterbury de Chaucer y el «Purgatorio» de Dante.

En 1970, el famoso psiquiatra Claudio Naranjo, que estaba desarrollan­do un programa de terapia gestalt en el Instituto Esalen de Big Sur (Califor­nia), y un buen número de otros pensadores del movimiento de potencial humano, viajaron a Arica (Chile) para estudiar con Ichazo, que dirigía un curso intensivo de 40 días diseñado para conducir a los alumnos a la autocomprensión.

Naranjo se interesó en hacer la correspondencia entre los tipos del eneagrama y las categorías psi­quiátricas que él conocía, y comenzó a ampliar los breves esquemas de Icha­zo sobre los tipos. Un método para demostrar la validez del sistema fue reu­nir grupos de personas que se identificaban con un determinado tipo o cuyas categorías psiquiátricas se conocía y entrevistarlas para destacar las similitu­des y adquirir más información. Por ejemplo, reunía a todas las personas de su grupo que tenían personalidad compulsiva-obsesiva para observar cómo correspondían sus reacciones con las descripciones del tipo de personalidad Uno, etcétera.

El uso de paneles o grupos comenzó con Naranjo a principios de los años setenta, como una manera de enseñar e iluminar el eneagrama. Naranjo empezó a enseñar una primera versión del sistema a grupos particulares de Berkeley (California) y a partir de allí su enseñanza se exten­dió rápidamente como el eneagrama de las fijaciones. El eneagrama lo enseñaban entusiastas en la zona de la Ba­hía de San Francisco así como en las casas de retiro de los jesuitas por toda Norteamérica.

En los 80, el eneagrama de las fijaciones se populariza como un sistema de perfiles psicológicos. Helen Palmer y Don Richard Riso comienzan a propagarlo. A partir de ese momento su evolución y propagación ha sido exponencial hasta nuestros días.

El eneagrama lleva más de veinte años presentándose como un método de crecimiento personal para conocerse uno mismo según arquetipos de personalidad.  Se promueve como una ayuda para adquirir balance e integridad personal.

Eneatipo 1

RESUMEN de Eneatipo 1: El Reformador

Hay muchos personajes históricos con este estilo de personalidad, algunos de ellos son Margaret Tatcher, Juana de Arco, Mercedes Milá, Jodie Foster o Mahatma Gandhi, y otros tantos de ficción, entre ellos tenemos a la Srta. Rottenmeyer (Heidi), Yoda(Star Wars), Mary Poppins.

Miedo básico: ser “malo”, defectuoso, perverso, corrupto
Deseo básico: ser “bueno”, equilibrado, íntegro

Los Unos tienen una tendencia muy acentuada de manera inconsciente para comparar la realidad con lo que esta debería de ser. Usualmente tienen un conjunto de normas o ideales con los que se miden y con los que comparan el comportamiento de los demás y del mundo a su alrededor.

Estos ideales difieren de persona a persona. Algunos podrían preocuparse por las normas espirituales mientras que otros se enfocan en los buenos modales. Otros podrían ser los reformadores sociales y en otros simplemente se manifiesta como el deseo de vivir vidas correctas o justas y mejorar en las labores que desempeñan.

En su aspecto Sano, son especialistas en la percepción moral exacta y la evaluación objetiva. Mucho más que otros estilos en el eneagrama, los Unos pueden ser éticamente discernidores, desapasionados y justos. Pueden ser tanto excelentes sacerdotes y jueces como críticos sociales constructivos.

Pueden ser generosos y moralmente heroicos, podrían sacrificarse personalmente en aras de un ideal. Si tienen una causa o una misión, trabajarán enérgica y responsablemente para cumplirla.

Valoran la ética y la integridad por sobre la conveniencia, ganancia o las soluciones facilistas. Las personas con este estilo a menudo despliegan un perfeccionismo equilibrado y alegre que armonizan con el perdón y la compasión.

Poseen una gran capacidad para la sensatez y la moderación. Son personas de principios fuertes y de mucha energía orientadas a la acción. Prestan atención al significado de los actos. Buscan las verdades eternas y confían en ellas. Son visionarios con miras claras de lo correcto y el modo de alcanzarlo.

Cuando los Unos son menos sanos, su preocupación con los principios y los altos ideales degenera en una preocupación más mundana por las reglas y las normas. De forma tal que pueden iniciar cruzadas por una causa que tiene, sin embargo, más promoción del ego de lo que ellos mismos se dan cuenta. Confunden la moralidad con el moralismo y el discernimiento con el juicio

El esfuerzo de un Uno por ser bueno es una empresa muy tensa, a la vez que lo lleva a menudo a la conducta rígida, la exigencia y la preocupación obsesiva. Muchos luchan con sus deseos, sobre todo los malos. Éstos son a menudo de naturaleza sensual, todo lo contrario de lo que cualquier Uno considera una conducta buena y virtuosa

Los problemas sociales pueden surgir porque los Unos tienen problemas para saber cuando están enfadados y no comprenden cuanto de irritados y represivos suenan a los demás. Cuando se sienten inseguros o criticados, la reacción defensiva de un Uno es comenzar a Juzgar. Sencillamente no aceptan la realidad tal cual es y no esperan que usted lo haga.
Cualquier cosa que desaprueban de sí mismos lo condenan en los demás. No pueden permitirse actuar mal pero eso no significa que no lo deseen. Los Unos en este estado tienden a negar o contener sus deseos y entonces los proyectan al exterior.

Así un Uno podría ver una invitación para nadar en un día de verano y de repente empezar a hablar sobre los males de la pereza y los trajes de baño tan pequeños que la gente usa hoy día. Los Uno transfieren su deseo sensual de nadar hacia el ambiente y entonces incriminan al deseo.

Resumen de los niveles del Tipo de Personalidad Uno:

Sanos. Los tipo Uno sanos son escrupulosos y poseen un profundo sentido del bien y del mal así como valores morales muy sólidos. Son racionales, razonables, autodisciplinados y moderados. Éticos en extremo: la verdad y la justicia son valores fundamentales. La integridad y la rectitud los convierten en sobresalientes maestros morales. En su mejor estado: se vuelven extraordinariamente sabios y juiciosos. Al aceptar las cosas como son, adquieren un sentido increíble de la realidad y saben qué hacer en cada situación. Humanos, inspiradores y tolerantes: la verdad será escuchada.

Promedio. Los tipo Uno promedio no están satisfechos con la realidad y empiezan a sentir que ellos deben mejorar las cosas a su alrededor; son defensores, críticos e idealistas. Buscan razones a todo y explican a los demás cómo deben ser las cosas. Tienen miedo de cometer errores; todo debe ser consecuente con sus ideales. Son ordenados, pulcros, metódicos, bien organizados, lógicos, detallistas, aunque muy rígidos. Con frecuencia tienden a trabajar compulsivamente. Son muy puntuales, pedantes y un tanto fastidiosos. Llegan a ser muy críticos de sí mismos y de los demás; son melindrosos, perfeccionistas y juzgan todo. Siempre tienen una opinión acerca de todo; corrigen y fastidian a los demás para que hagan lo que, según ellos, es “lo correcto.” Son impacientes y nunca están satisfechos con nada a menos que se hagan las cosas como ellos las ordenen. Generan juicios morales todo el tiempo; se enojan con indignación, son regañones y represores.

Malsanos. Pueden llegar a ser muy dogmáticos, moralistas, intolerantes e inflexibles. Empiezan a ver las cosas con base en absolutos: ellos tienen la verdad; todos los demás están equivocados.

Pueden llegar a ser muy severos en sus juicios al mismo tiempo que racionalizan todos sus actos. Se vuelven obsesivos con las imperfecciones y los errores de los demás; sin embargo, pueden caer en contradicciones al hacer lo contrario de lo que predican. Condenan a los demás y pueden ser crueles y punitivos para deshacerse de los que ellos consideran “malhechores.” Llegan a caer en depresiones severas, crisis nerviosas y existe la posibilidad de intento de suicidio.

Motivaciones clave. Desean hacer lo correcto, esforzarse y mejorar todas las cosas, ser constantes con sus ideales, justificarse a sí mismos, estar más allá de las críticas para no ser condenados por nadie.

Pasión dominante. La IRA

Eneatipo 2

RESUMEN del Eneatipo 2: El Ayudador

Hay muchos personajes históricos con este estilo de personalidad, algunos de ellos son Elvis Presley, Madonna, Bill Cosby, Eva Perón, Cleopatra, Casanova o Teresa de Calcuta, y otros tantos de ficción, entre ellos tenemos a Wendy(Peter Pan), Scarlett O’hara (Lo que el Viento se llevó), (Star Wars), Lois Griffin (Padre de Familia).

Miedo básico: no ser amado ni deseado
Deseo básico: sentirse amado

En la organización del Eneagrama, Dos, Tres y Cuatros conforman un trío emocional, en él comparten tendencias básicas y puntos de vista generales. La gente dentro de este trío de estilos puede experimentar una clase de confusión permanente sobre sus identidades, confundiendo quiénes son con los papeles o roles que desempeñan y las imágenes de lo que aparentan ser.

En alguna medida, todos los estilos de personalidad hacen esto pero son los Dos, los Tres y los Cuatros quienes están más propensos a confundir el parecer con el ser. Las personas de este trío tienden a rechazar cómo se sienten de verdad, en favor de cómo se supone deben sentirse según los roles que estén ejecutando. La gente con estos estilos es propensa a los conflictos en las relaciones y las materias del “corazón”.

De todo el Eneagrama, los Dos son el estilo más puramente interpersonal. Son muy inclinados a concebir la vida como una forma básica de dar-y-tomar entre las personas, relacionando a todos los seres humanos como miembros de una inmensa familia. Desde este punto de vista: dar amor se convierte en la cosa más importante que un Dos puede hacer.

Las personas con este estilo tienen una capacidad bastante desarrollada para identificarse emocionalmente con las necesidades de otros. Tienen un hábito fuertemente inconsciente de volcarse hacia otras personas e intuitivamente adivinar lo que podrían estar sintiendo o necesitando. Los Dos sanos practican este hábito voluntariamente; se identifican de buena gana con alguien más antes de dar su propio punto de vista, “poniéndose en los zapatos del otro”. Pueden encargarse de las necesidades ajenas y, al mismo tiempo continuar valorando su propia verdad emocional, y atendiendo con eficacia sus propias necesidades. La frase se presta a otros pero se da a sí mismo” describe lo que los Dos hacen en estado sano.

En su mejor momento, los Dos son capaces de verdaderamente amarse y entregarse y tienen habilidades ministeriales excepcionales. Las biografías de algunos santos retratan a los Dos dedicados a liberar del sufrimiento tanto material como espiritual. Haya tenido o no éxito, la intención clásica del cristianismo es fundamentalmente Dos.

Cuando los Dos están en un nivel menos sano, siguen invirtiendo su atención sobre los demás, pero ahora se olvidan de regresar a su propia posición. Comienzan a reprimir sus propias necesidades y a concentrar sus energías en cuidar de otros, lo necesiten ellos o no. Ahora se sobre-identifican con los demás perdiendo a la par su sentido de sí mismos, y se entregan compulsivamente con la esperanza de ser reconocidos, apreciados y amados. Por medio de otras personas, los Dos intentan darse a ellos mismos, satisfacer necesidades que antes han rechazado en ellos mismos y ahora han re-localizado en otros. Los Dos en esta fase pueden comenzar también a temer ser abandonados y quedarse solos.

Los Dos malsanos utilizan la adulación, manipulación y seducción para conseguir que los demás reaccionen y los definan; obtener una sensación de ser a través de la mirada ajena. La necesidad del Dos de dar es tan fuerte que se vuelve egoísta ylo que se da lleva impresa una etiqueta invisible del precio a pagar. A menudo es un alto precio a pagar como Dos, el compensarse por haber perdido su yo real, y comenzar a inflar y exagerar la importancia de lo que dan a otros. Esta exagerada auto-importancia se conoce de otra manera como orgullo, y cuando los Dos están muy enfermos, el orgullo se vuelve su rasgo más llamativo y característico.

Resumen los niveles del Tipo de Personalidad Dos

Sanos. Los Tipo Dos sanos son capaces de mostrar empatía, son compasivos y manifiestan una gran sensibilidad con y por los demás. Se ponen en lugar de otros; son muy cariñosos y se preocupan por las necesidades ajenas. Son sinceros, afectuosos, condescendientes y atentos; desempeñan un rol paternal que les permite ver lo bueno en los demás. El servicio es importante, sin embargo, también consideran esencial cuidar de sí mismos; asimismo, son muy entregados, dadivosos y serviciales; son personas extremadamente amorosas. En su mejor estado: se vuelven profundamente desinteresados, desprendidos y altruistas; ofrecen amor incondicional sin expectativas de retribución. Sienten que es un privilegio estar en la vida de los demás.

Promedio. Los tipo Dos promedio desean estar cerca de los demás para poder complacerlos y de tal manera se vuelven muy amistosos, capaces de demostrar sus emociones, efusivos y llenos de “buenas intenciones” respecto a todo. El “amor” es su valor supremo y hablan todo el tiempo de él. Llegan a ser excesivamente íntimos, demasiado solícitos e intrusos: necesitan ser necesitados por lo que interfieren demasiado en la vida de los demás con el pretexto de ser un “amigo cariñoso.” Desean que las personas dependan de ellos; cuando dan algo, esperan siempre algo a cambio y con frecuencia mandan dobles mensajes. Cada vez más engreídos y presumidos, se sienten indispensables (mientras sobrestiman lo que hacen por todo el mundo) y sienten que todos los demás les deben por lo que han recibido. Navegan por el mundo con aires de superioridad y se tornan arrogantes y despóticos. Los tipo Dos promedio esperan que todo el tiempo se les agradezca y se les honre por su bondad. Pueden convertirse en hipocondríacos o desempeñar el papel de mártires debido a sus buenas obras a favor de los demás.

Malsanos. Al sentirse poco apreciados, Los tipo Dos malsanos se resienten y se quejan con amargura. Se engañan en extremo respecto a sus motivos y a sus actitudes agresivas y egocéntricas. Son individuos manipuladores que funcionan sólo en beneficio propio destruyendo con alevosía a la gente y explotando su culpa y sus debilidades. Comienzan a hacer observaciones despectivas y humillantes; poco a poco se vuelven coercitivos y dominantes; sienten que tienen derecho a obtener cualquier cosa que deseen: el pago de viejas deudas, dinero, favores especiales. Son capaces de racionalizar y justificar cualquier cosa que hagan ya que se sienten víctimas y objeto de abuso por la ingratitud de los demás. La somatización de sus agresiones da como resultado problemas crónicos de salud puesto que los tipo Dos malsanos se justifican cuando se derrumban y los demás se hacen cargo de ellos.

Motivaciones clave. Quieren ser amados, expresar sus sentimientos hacia los demás, ser necesitados y apreciados, que la gente les responda para que de esta manera puedan justificar los reclamos que tienen sobre sí mismos.

Pasión dominante: La SOBERBIA – ORGULLO

Eneatipo 3

RESUMEN del Eneatipo 3: El Camaleón – El Triunfador

Hay muchos personajes históricos con este estilo de personalidad, algunos de ellos son Julio Iglesias, Oprah Winfrey, Condoleezza Rice, Tom Cruise, Richard Gere, Ashton Kutcher, Cristiano Ronaldo o Michael Jordan, y otros tantos de ficción, entre ellos tenemos a James Bond.

Miedo básico: no valer, no tener ningún valor aparte de sus logros
Deseo básico: sentirse valioso, aceptado y deseable

Los Tres se identifican menos con los papeles de utilidad interpersonal y más con las imágenes del éxito y la productividad. Suelen esperar ser amados más que por lo que son, por lo que hacen. Están emocionalmente confundidos por una realización aparente que se opone a una auténtica realización de sus sí mismos internos de poca perfección. Los Tres menos sanos tienden a desconectar sus sentimientos más profundos en favor de las apariencias externas. Niegan sus imperfecciones y presentan una imagen pública que el mundo encontrará favorable. Esta imagen justamente es el reverso de quién los Tres en secreto temen podrían ser.

Los Tres en su mejor aspecto están genuinamente dotados y practican un credo de excelencia y profesionalismo. Son excepcionalmente hábiles para establecer y cumplir metas y por regla general dominan muchas destrezas en el mundo. Aprenden rápido, forman buenos líderes y normalmente les va bien en ocupaciones socialmente establecidas como de alto perfil, donde el desempeño se mide por resultados. La mayoría son organizados, flexibles y laboriosos. Cuando sanos, por lo general conforman excelentes modelos a imitar y maestros talentosos de cualesquier habilidad que dominan. También pueden mostrar una capacidad a veces asombrosa para la toma de acción efectiva y eficiente. Son especialmente buenos en multi-tareas, haciendo muchas cosas a la vez.

Los Tres saludable pueden ser enérgicos y alegres, con un ojo positivo al futuro; seguros de sí mismos y abiertos a los desafíos. Sus acciones a menudo son gobernadas por un sentido del honor y valoran la familia y la amistad además del trabajo. Los Tres a veces llegan a estas prioridades después de una lucha con la conveniencia moral y una búsqueda consciente de los valores significativos.

Cuando los Tres son menos sanos, su estrategia de ser exitosos y bien redondeados da paso a un deseo de parecer que lo son y así comienzan a cortar esquinas para sostener una imagen. Los Tres pueden caer rápidamente en las personificaciones y jugar un papel de sí mismos adoptando, como un camaleón, poses distintas para parecer sobresaliente en diferentes contextos. Comienzan a negar sus sentimientos personales y a identificarse cada vez más con una máscara. La mayoría de los Tres tienen un talón de Aquiles, un sentido de insuficiencia que compensan con el logro y la imitación.

Las relaciones íntimas pueden sufrir cuando los Tres desvían sus sentimientos por medio de la imagen de quienes deberían ser. Pueden presentar un personaje a los amigos o compañeros, ocultando un profundo sentido de defecto y, en cambio, ofrecer una máscara que sea del agrado de otros. La conveniencia y la eficacia se convierten en lo más importante y un Tres enfermo puede empezar a disfrutar el sentimiento del no-sentimiento. Pueden concebirse como maquinas de alto rendimiento cuyo propósito es correr de tarea en tarea, asegurando los resultados antes de llegar a la nueva línea de meta. No es raro para los Tres hablar con metáforas deportivas y creer que la vida es sólo un juego:un juego que se juega para ganar.

Para ganar, se espolean arduamente, convirtiéndose en una excesiva forma de ser hiperactivos y usando sus relaciones principalmente como trampolines para su beneficio profesional. Su, una vez sana flexibilidad, degenera en cálculo arrogante y estratagema amoral. Los Tres operan cómodamente en ocupaciones dónde la apariencia y la persuasión son importantes –relaciones públicas, ventas, publicistas— y a menudo se convierten ellos mismos en un artículo más a comercializar.

Para el Tres muy enfermo ganar se convierte en lo único que existe. Y su mascara de Tres puede eclipsar por completo su alma. Pueden ser amorales, Maquiavélicos, despiadados, mañosos y plagiarios. Empiezan a creerse sus propias mentiras y a entrampar a las personas sin conciencia alguna de ello. Su objetivo es mantener una ilusión de superioridad de la cual derivan un sentido vindicativo de triunfo. Quienquiera que en su vida haya sido deliberada y maliciosamente engañado ha sentido la picadura de esta actitud.

Resumen de los niveles del Tipo de Personalidad Tres

Sanos. Los tipo Tres sanos son seguros de sí mismos, se sienten deseables y gozan de una alta autoestima; creen en ellos mismos y en su propio valor. Adaptables, energéticos, a menudo atractivos, encantadores y populares. Ambiciosos para perfeccionarse y para ser los mejores. Con frecuencia sobresalen en algún aspecto y son verdaderamente admirables; un ideal humano que encarna cualidades muy respetadas. Los demás quieren ser como ellos e imitar sus logros. Buenos comunicadores, motivadores y promotores; saben cómo presentar algo en forma aceptable y atractiva.En su mejor estado: se aceptan a sí mismos, se guían por normas propias, llegan a ser genuinos y auténticos; son todo lo que parecen ser. Modestos y caritativos. Tienen un sentido del humor especial así como un gran corazón. Son gente noble, amable y considerada.

Promedio. Los tipo Tres promedio se preocupan competitivamente por mostrarse superiores a los demás: se comparan con otros en busca de éxito, estatus y prestigio. Son escaladores sociales para quienes es importante la exclusividad, la carrera y el hecho de ser un “triunfador”. Pragmáticos, eficientes y orientados a metas; sin embargo, también son calculadores y pierden contacto con sus sentimientos bajo la apariencia de ser fríos. Se vuelven conscientes de su imagen y están muy preocupados por la forma en que los demás los perciben, por proyectar la imagen adecuada, por decir lo correcto y por presentarse según las expectativas. Se convierten en camaleones según el contexto al que se enfrenten. Surgen problemas con el compromiso, con la intimidad así como con la deshonestidad y la falsedad. Desean impresionar a los demás con sus aires de grandeza siempre tratando de aparentar ser mejores de lo que realmente son. Narcisistas y pretenciosos; se sienten especiales, llenos de amor propio inflado y con expectativas grandiosas respecto a sí mismos y a su potencial. Son arrogantes y exhibicionistas, como si estuvieran diciendo: ¡Mírenme! a medida que despiden hostilidad y desprecio por los demás.

Malsanos. Puesto que temen al fracaso y a la humillación, los tipo Tres malsanos pueden llegar a ser explotadores y oportunistas y van a hacer lo que sea para mantenerse arriba, incluso a costa de los demás. Pueden llegar a ser viles, inmorales, mentirosos patológicos y pueden aprovecharse de las demás personas de cualquier modo posible. Llenos de celos, sabotean y traicionan con malicia a la gente apuñalando por la espalda a amigos y colegas y arruinando reputaciones así como relaciones por la sensación de triunfo que ello les brinda. Por último, se tornan vengativos y sádicos, siempre con la intención de arruinar a los demás. Tendencias violentas y sicópatas con posibles tendencias asesinas.

Motivaciones clave. Quieren reafirmarse, distinguirse de los demás, ser el centro de atención, ser admirados e impresionar a la gente.

Pasión dominante: La VANIDAD

Eneatipo 4

RESUMEN del Eneatipo 4: El Romántico – El Individualista

Hay muchos personajes históricos con este estilo de personalidad, algunos de ellos son Johnny Deep, Jim Morrison, Bob Dilan, Leonard Cohen, Virginia Wolf, Marco Massini, Frida Kahlo o Edgar Allan Poe, y otros tantos de ficción, entre ellos tenemos a Eduardo Manos-tijeras, Salli(Pesadilla antes de Navidad).

Miedo básico: no tener identidad ni importancia personal
Deseo básico: descubrirse a sí mismo y su importancia; crearse una identidad

Al igual que los Unos, los Cuatros comparan la realidad con aquello que podría ser. Pero, mientras los Unos tienden a buscar su imperfección e intentan corregir lo que está equivocado, los Cuatros a menudo se tuercen fuera de la realidad y viven en sus imaginaciones, sentimientos y humores.

Junto a los Dos y los Tres, los Cuatros gravitan entre la vanidad y la confusión de imagen pero paradójicamente pueden expresarlo. Los Cuatros en mayor medida se identifican con una imagen de ser defectuosos, sobre todo si esto les confiere una calidad de originalidad o especial singularidad. Un Cuatro fuerza, por ejemplo, lamenta su incapacidad para tener éxito en el mundo cotidiano, pero esta queja podría llevar una calidad sutil de presunción. Los Cuatro podrían tener una auto-imagen que es románticamente trágica pero al mismo tiempo elitista.

Los Cuatros sanos tienden a ser idealistas, tener buen gusto y son grandes apreciadores de la belleza.Filtran la realidad a través de una subjetividad rica, sutil y son muy buenos con el pensamiento metafórico, la capacidad de generar conexiones entre hechos y acontecimientos no relacionados. La tendencia Cuatro de ver las cosas simbólicamente se refuerza por su intensidad emocional. Esto crea materia prima artística que pugna por tomar forma. La auto-expresión y la búsqueda del conocimiento de sí mismo son las prioridades más elevadas para las personas con este estilo.

Los Cuatros practican naturalmente la sinestesia, una mezcla crónica de sensaciones que los conducen a intensas reacciones multiniveles. Un Cuatro ingresando a una nueva situación podría ver algo que dispara una imagen mental que, a su vez, evoca un sentimiento que le recuerda entonces una canción; que activa más imágenes que despiertan más olores, sabores, sentimientos y así sucesivamente. Los humores y sentimientos del Cuatro pueden correr juntos como una acuarela bajo la lluvia, produciendo una calidoscópica mezcla de impresiones en reacción a los eventos inclusive más insignificantes.

Los Cuatros valoran la estética de la belleza lo mismo que se armonizan con la naturaleza trágica de la existencia. Cuando sanos, las personas con este estilo trabajan para transmutar el dolor de la vida en algo significativo, a través del trabajo creativo en todas sus expresiones. Los Cuatros son diestros en articular la experiencia subjetiva y pueden ser finos maestros o psicoterapeutas. También pueden ser amigos empáticos de los malos tiempos, capaces de entender los dilemas de otros y sobre todo dispuestos a escuchar al dolor de un amigo.

Debido a la fuerza de sus imaginaciones emocionales, las personas con este estilo a menudo son descritas como artísticas. Muchos de los más grandes artistas del mundo han sido Cuatros y, casi todas las personas con este estilo necesitan encontrar salidas creativas. Los Cuatros trabajan en todo tipo de actividades, pero, siempre que pueden, intentan hacer su trabajo creativamente interesante. La riqueza sensitiva del Cuatro es como la materia prima de la creatividad. Los Cuatros sanos encuentran salidas creativas que les permiten expresar su intensa vida interna.

Cuando los Cuatros son menos sanos, comienzan a enfocarse en lo que no está disponible o que falta en sus vidas. Pueden volverse negativos y críticos, encontrándose incompletos con lo que tienen, viendo en lo presente principalmente la miseria. Se vuelven introvertidos y usan su imaginación para idealizar otros tiempos y lugares. Puede vivir en el pasado, el futuro —o cualquier lugar que parezca más atractivo que aquí y ahora. Los Cuatros tienden a envidiar cualquier cosa que no tienen, encarnando el dicho el pasto siempre es más verde del otro lado.”

La necesidad por ser vistos como alguien especial y único puede también volverse más neuróticamente pronunciada. Los Cuatros pueden parecer muy en contacto con sus sentimientos, pero, cuando enfermos, traducen su sentir auténtico en el melodrama. Pueden estar llenos de lamento y nostalgia, exigiendo reconocimiento a la vez que rechazan todo lo bueno que reciben de sus amistades. Podrían también crecer competitivos y rencorosos, incapaces para disfrutar sus propios éxitos sin desligarse de los logros ajenos.

Resumen de los niveles del Tipo de Personalidad Cuatro

Sanos. Los tipo Cuatro sanos son individuos introspectivos, conscientes de si mismos, eternos buscadores de su “ser interior” que siempre están en contacto con sus sentimientos e impulsos internos. Son sensibles e intuitivos respecto a sí mismos y a los demás así como compasivos, atinados, discretos y respetuosos. Los tipo Cuatro sanos tienden a ser autoexpresivos, muy personales, individualistas, siempre fieles a sí mismos, emocionalmente honestos y auténticos. Tienen una visión irónica de la vida y de sí mismos; pueden ser serios y graciosos, vulnerables y fuertes en su interior. En su mejor estado: muy creativos en lo que respecta a la expresión personal y universal; es posible que esta creatividad se manifieste en una obra de arte. A nivel personal se vuelven regeneradores y autorenovadores. Tienen una cualidad autocreativa capaz de transformar sus experiencias en algo valioso.

Promedio. Los tipo Cuatro promedio dan una orientación artística, estética y romántica a la vida revelando sentimientos personales a través de algo hermoso. Intensifican la realidad mediante la fantasía, la imaginación y los sentimientos apasionados. Para estar en contacto con los sentimientos, interiorizan todo y toman todo de manera personal; sin embargo, se vuelven hipersensibles, introvertidos, tímidos, ensimismados y malhumorados, incapaces de ser espontáneos o de “salirse de sí mismos.” Se mantienen al margen para proteger su autoimagen y para “ganar tiempo” para así poder ordenar sus sentimientos. Poco a poco empiezan a sentir que son diferentes a los demás y sienten que no pueden ser felices como todas las demás personas. La autocompasión y la envidia los conduce a distintas clases de autoindulgencia, a convertirse en seres decadentes y a revolcarse en un mundo de sueños, ilusiones y expectativas poco realistas. Asimismo, se vuelven poco prácticos, improductivos, ineficaces y muestran actitudes rebuscadas.

Malsanos. Cuando sus sueños fracasan, los tipo Cuatro malsanos se enfurecen consigo mismos, se deprimen, se avergüenzan de sí mismos y se aíslan de los demás debido a las autoinhibiciones así como a la parálisis emocional. Cargan con una profunda fatiga así como con serios desórdenes mentales; emocionalmente están “bloqueados” y son incapaces de trabajar o funcionar; desarrollan un abismal sentido de futilidad e insensatez. Agobiados por un autodesprecio delirante, odio a sí mismos, autorreproches, pensamientos morbosos y atormentados por sus fracasos, todo se convierte en una fuente de autoacusaciones dañinas. Al sentirse inútiles y desesperanzados, se afligen mucho y se autodestruyen. Es posible que abusen del alcohol o de las drogas. En casos extremos, es probable un colapso emocional e incluso el suicidio.

Motivaciones clave. Desean expresarse así como tener la oportunidad de afirmar su individualidad. Quieren crear y rodearse de cosas bellas; también mantener ciertos estados de ánimo y ciertos sentimientos. Desean ser capaces de abstraerse para proteger su autoimagen, cuidar las necesidades emocionales antes que cualquier otra cosa. Necesitan atraer a un “salvador”.

Pasión dominante: La ENVIDIA

Eneatipo 5

RESUMEN del Eneatipo 5: El Sabio – el Experto.

Hay muchos personajes históricos con este estilo de personalidad, algunos de ellos son Albert Einstein, Stephen Hawking, Bill Gates, Isaak Asimov o Howard P. Lovecraft, y otros tantos de ficción, entre ellos tenemos a Spock (Star Treck), Doc (Regreso al Futuro), Harry Potter y Sheldon Cooper (serie Big Bang Theory).

Miedo básico: ser impotente, inútil o incapaz
Deseo básico: ser capaz y competente

Los Cincos, Seis y Sietes comparten un trasfondo común de miedo y forman otro trío. A diferencia de los Dos, Tres y Cuatros, los Cincos, Seis y Sietes no se confunden acerca de quiénes son ni cómo se sienten. Ellos, en lugar de eso, tienden a anticipar de manera inconsciente los peligros de la vida, y es habitual en ellos que reaccionen desde el fundamento emocional del miedo. Los Cincos, Seises y Sietes generalmente son pensadores quienes viven más en sus cabezas que en sus cuerpos. Se esfuerzan por tomar acción, afirmando sus voluntades y manejando la energía.

Los miedos del Cinco son específicamente sociales; las personas con este estilo habitualmente se mantienen en guardia contra ser invadidos o engullidos por otros. Este es el estilo más explícitamente asocial del Eneagrama. Cuando los Cinco están a la defensiva, pueden retirarse y ponerse hostiles como una forma de manejar su hipersensibilidad a los demás. Generalmente temen las relaciones íntimas dado que estas pueden conducirlos a sentirse agobiados, sofocados o engentados.

Los Cincos viven en sus mentes, en contraste con los Cuatros que habitan sus imaginaciones emocionales. Las personas con este estilo tiene capacidades bien desarrolladas para analizar y sintetizar el conocimiento. Pueden ser perceptivos, sabios y objetivos, capaces de quedarse centrados y analíticos cuando alrededor suyo otros están desconcertados o aterrados.

Los Cincos en su mejor estado normalmente mantienen un equilibrio entre actuar recíprocamente con el mundo y retirarse de él. Este estilo se asocia con frecuencia con la sabiduría y, a veces, al genio intelectual. Los Cincos sanos de manera activa ofrecen al mundo el fruto de su conocimiento, a menudo a través de la enseñanza y la escritura. Pero, sea lo que sea que realicen, los Cincos sanos buscan que su talento para aumentar conocimiento cuente para algo más allá de ellos. Los Cincos pueden ser idealistas y a veces contribuir valientemente al bienestar social.

Las personas sanas con este estilo también practican lo que los Budistas llaman el no-apego, una actitud caracterizada por una mezcla igual de desapego y compasión. Dentro de esta postura los Cincos puede jugar el juego de la vida sin apegarse demasiado a los resultados y, como amigos, pueden estar capacitados para entender tu punto de vista tanto como el suyo. Son simpáticos y de buen corazón lo mismo que capaces de ver los eventos desde una perspectiva distante y evitar ponerse personalmente perturbados.

Cuando los Cincos son menos sanos, caen del no-apego en la disociación, el estado interno de separarse de los sentimientos. Pueden estar hiper-conscientes de las demandas del mundo, y aun así responder pasivamente retirándose. La mayoría de la gente externa ve la capacidad del Cinco de retirarse como un tipo de independencia. También es una defensa; los Cinco están creando un fuerte límite asocial para compensarse por ser demasiados sensibles en primer instancia.

Partirse a sí mismos se vuelve entonces un hábito defensivo. La idea es: Si sólo pudiera aprender a vivir con menos, podría evitar la influencia ajena. Esto los lleva a una tendencia a acumular, para salvar lo poco que tienen con la idea de necesitar lo menos posible de los demás. Los Cincos pueden acumular tiempo, dinero, espacio, tierra, información o disponibilidad emocional. No importa lo que se acumula, el patrón es el mismo; los Cincos intentan protegerse contra la inundación apilando provisiones en alguna isla interna seca.

Los Cincos enfermos también permanecen distantes de sus propias emociones viviendo en un mundo de información e ideas. Sin embargo, cuanto más se dividen, mayormente luchan con sus sentimientos de vacío, soledad y necesidad compulsiva. Es como tratar de hablarte a ti mismo a causa de estar hambriento. En esta fase, un Cinco puede ser torpe para saber cómo se siente dado que logra alcanzar sus sentimientos sólo a través de una sucesión muy larga de pensamientos. Los Cincos enfermos rinden culto a los dioses de la razón e intentan mirar de lejos a sus propias emociones. Esto también puede convertirse en una actitud de superioridad / arrogancia hacia otras personas.

Cuando los Cincos están muy enfermos, pueden volverse esquizoides e imprevisibles, incluso como si las partes disociadas de ellos se dieran vuelta y se expresaran. Pueden proyectar un halo ausente, vagamente asustados o pueden ser manifiestamente asociales. Los Cincos pueden, por ejemplo, sentarse a lo largo de una fiesta y no hablar con nadie pero, más tarde, reportar haber tenido un buen momento. O podría ser que inconscientemente aparten a otros con un comentario burlón y despreciable y la agresión imprevisible. El hábito de disociarse de sus emociones puede llegar a desarrollarse tanto que los Cincos muy enfermos pueden perder contacto con la realidad, desarrollando fobias raras hacia objetos invisibles como los gérmenes, y ser propensos a las alucinaciones. Los episodios agresivos también son posibles, seguidos por explosiones de paranoia aguda.

Resumen de los niveles del Tipo de Personalidad Cinco

Sanos. Los tipo Cinco sanos son capaces de observar todo con extraordinaria perceptividad e introvisión. Son mentalmente alertas y curiosos; siempre en busca de la inteligencia. Formulan preguntas adecuadas al mismo tiempo que utilizan percepciones insólitas. Son capaces de concentrarse, de enfocarse en lo que ha llamado su atención y de prever y predecir el probable desenlace de alguna cadena de eventos. Les encanta aprender; les entusiasma poseer conocimientos y a menudo se convierten en expertos en algún campo. Son pensadores independientes, innovadores e inventivos. Pueden desarrollar ideas muy valiosas y originales. En su mejor estado: se vuelven visionarios que comprenden el mundo en toda su extensión y logran penetrarlo con profundidad. Son de amplio criterio, imparciales, capaces de observar las cosas en su totalidad, en su verdadero contexto. Es posible que realicen descubrimientos pioneros y que encuentren nuevas maneras de hacer y de percibir las cosas.

Promedio. Los tipo Cinco promedio se especializan, se tornan analíticos, examinan todo el tiempo las cosas en forma intelectual. Se involucran en investigaciones y estudios académicos; reúnen datos empíricos y elaboran teorías. A medida que especulan sobre ideas muy complejas y abstractas, se desapegan cada vez más y se preocupan por las interpretaciones antes que por los hechos reales. Están interesados en temas poco convencionales y esotéricos, incluso en cosas que pueden parecer obscuras y subterráneas. Se convierten en “mentes incorpóreas” aunque muy tensos y con una aguda agresividad como una defensa contra el hecho de verse emocionalmente involucrados. Toman posturas antagonistas hacia cualquier cosa que pudiera interferir con su mundo interior o con su visión personal de la cosas. Son provocadores y abrasivos. Tienen puntos de vista con la intención de ser radicales y exagerados. Son cínicos y sujetos a controversia.

Malsanos. Al rechazar y repeler todos los vínculos sociales, los tipo Cinco malsanos se recluyen y se aíslan de la gente y de la realidad volviéndose cada vez más reservados, extraños, excéntricos y mentalmente inestables. Hostiles en extremo así como vituperiosos, pero temerosos de las agresiones de los demás, se ponen cada vez más recelosos. Se obsesionan y se atemorizan con sus propias ideas que parecen amenazarlos; se vuelven paranoicos y experimentan distorsiones grotescas, fobias y alucinaciones. Por último, pierden el contacto con la realidad y existe la posibilidad de locura con tendencias esquizofrénicas.

Motivaciones clave. Desean obtener conocimiento, entender las cosas que les rodea, descifrar todo como mecanismo de defensa contra las amenazas del entorno.

Pasión dominante: La AVARICIA

Eneatipo 6

RESUMEN del Eneatipo 6: El Soldado – El Leal

Hay muchos personajes históricos con este estilo de personalidad, algunos de ellos son J. Edgar Hoover, Nixon, Bruce Springsteen, Tom Hanks, Jack Lemmon, Julia Roberts, Mel Gibson, Alfredo Landao Woody Allen, y otros tantos de ficción, entre ellos tenemos a Sam (EL Señor de los Anillos), Batman, Sarah Connor (Terminator), Brian (Padre de Familia).

Miedo básico: no tener apoyo ni orientación
Deseo básico: encontrar seguridad y apoyo

Los Seis son el estilo más explícitamente temeroso o miedoso dentro del Eneagrama. Las personas con esta orientación están especialmente conscientes de los peligros de la vida y alertas a los riesgos que pueden acechar bajo las apariencias cotidianas.

Hay dos clases de Seis: Fóbico y Contrafóbico. Sus reacciones al experimentar temor son externamente tan contrarias que parecerían estilos diferentes dentro del Eneagrama. Cuando los Seis fóbicos se dan cuenta del peligro, se encogen. Pueden actuar cautelosamente, dóciles o ambivalentes para evitar el potencial ataque. Cuando los Seis contrafóbicos se dan cuenta del peligro, a menudo lo provocan deliberadamente actuando de forma abierta y agresiva, deseando ocuparse del problema antes de que él se ocupe de ellos. Los Seis fóbicos pueden ser encantadores, modestos y sumisos mientras que los contrafóbicos pueden parecer duros, desafiantes y pendencieros. Algunos Seis son completamente fóbicos o contrafóbicos, pero la mayoría existen a lo largo de un continuo dónde son más de lo uno que de lo otro.

Los Seis fóbicos en su mejor estado son constantes, leales e idealistas. Son obedientes pero de una manera voluntaria y dedicada. Comúnmente se encuentran comprometidos con un grupo, tradición o causa más allá de sí mismos. Cumplen sus promesas, trabajan arduamente y son amigos honorables y protectores

Los Seis fóbicos sanos son a menudo corteses y diplomáticos. Ponen de buen humor a los demás y son bien vistos por sus discreción y principios. Son muy divertidos y tienen a menudo vivas imaginaciones. Los Seis sanos manejan el poder con la integridad y pueden ser líderes justos y dispuestos porque simpatizan con los desvalidos. Pueden afirmar su valor personal pero también quieren que dentro de su grupo otros consigan el reconocimiento. No pasan por encima de la gente y son capaces de tomar medidas impopulares en caso de ser necesario. Sin embargo, generalmente los Seis sanos trabajaran hacia soluciones que beneficien el grupo y permitan ganar a todos.

Cuando los Seis fóbicos están menos sanos, pueden volverse más ciegamente obedientes al mismo tiempo que asumen menos responsabilidad personal. Podrían delegar su poder sutilmente hacia una autoridad externa y comenzar a idealizar a aquéllos que parecen más seguros de sí mismos. Los Seis encienden un trato inconsciente con su héroe, un trato que dice: Haré lo que usted quiere que haga si me protege del peligro. Los Seis se esconden entonces bajo un paraguas imaginario, prometiendo fidelidad a esta fuerza externa, creciendo adictos a la seguridad que este arreglo parece ofrecer. La sana capacidad del Seis para la profunda lealtad es una arma de doble filo cuando están menos sanos; los Seis son a menudo leales a las personas incorrectas.

Cuando ceden su poder, los Seis fóbicos comienzan a preocuparse crónicamente y sentirse conscientemente desamparados. Para compensar, se vuelven cautos y cuidadosos, tratando de anticiparse a los motivos de los demás. Pueden intentar también controlar sus propios impulsos agresivos o fuertes, de modo que no se desvíen del papel sumiso que han estado de acuerdo en jugar. Podrían tener problema en terminar aquello que empiezan al preocuparse sobre quién criticará el producto terminado. Pueden parecer amistosos, pero en el fondo ser pasivo-agresivos o emitir mensajes contradictorios dado que su enojo los atraviesa. Los Seis fóbicos también puede ponerse nerviosos, vacilantes, escépticos, tensos, indecisos y atarse al victimismo.

Cuando están profundamente enfermos los Seis fóbicos se confunden con el miedo y abiertamente dependen de otros. Podrían entregar su vida al trabajo, volviéndose serviles esclavos de un trabajo o un jefe. Podrían actuar como débiles perdedores, impotentes y aún así demandar mimos de los amigos, tiranizando a los demás con su impotencia; poniendo estrechos y estrictos límites a lo que serían capaces de intentar o de arriesgarse. Los Seis fóbicos muy enfermos evitan los desafíos, crónicamente catastróficos pueden perseguir a aquellos que se desvían de las normas. También pueden ser pusilánimes, legalistas, pequeños, intolerantes, melodramáticos y dogmáticos.

Los Seis contrafóbicos en su mejor momento son a menudo valerosos, tomarán el tigre por la cola. Pueden ser físicamente aventureros, muy experimentados y pueden tener un gusto real por vivir. Si participan de una tradición, normalmente estarán en el papel del tábano constructivo. Su misión subyacente es servir a la tradición avivándola. Se consideran jugadores del equipo que ofrecen alternativas útiles, usando lo viejo como un trampolín a lo nuevo. Con este propósito, pueden ser enérgicos, honrados, asertivos y tienen muchas y muy buenas ideas.

Si un Seis contrafóbico sano no está sirviendo a una tradición, él o ella son a menudo creativos y originales. La capacidad del Seis de mirar más allá de las apariencias y cuestionar los supuestos los conduce profundamente a un punto de vista único. La expresión artística es atractiva como una afirmación del centro de su poder y como una forma de resolver un sentido general de turbación.

Los Seis contrafóbicos menos sanos tienen a menudo una calidad afilada, inquieta. Algunos encauzan sus energías en la actividad física; disfrutan los deportes y tienden a ser más abiertamente competitivos que los Seis fóbicos. Los contrafóbicos tienden a esconder sus inseguridades con máscaras frías o duras. El meollo del desafío físico es trascender el miedo enfrentando el peligro. En lugar de estar pasivamente asustados toman los riesgos, llaman al miedo y, entonces lo golpean. Si los Seis fóbicos se entregan a la seguridad, entonces los Seis contrafóbicos se entregan a la inseguridad.

Los Seis contrafóbicos son a menudo desafiantes o rebeldes con la autoridad y habitualmente encuentran contraejemplos a cualquier cosa que otros afirman. A pesar de esta actitud, son a menudo leales y muy idealistas. Pueden sentir más agudamente que otros que el mundo está injustamente polarizado en contra suya; algunos tienen una cualidad de enfurecerse, sobre todo cuando hablan acerca de los gobiernos y las estructuras de poder. Muchos de ellos son irónicamente divertidos y buenos en la sátira. Sin embargo, estando inseguros, su humor puede morder y picar.

Cuando se encuentran profundamente enfermos, los Seis contrafóbicos pueden ser agresivos, inestables e insensatamente intransigentes. Para sofocar sus miedos internos utilizan compulsivamente la acción y son proclives a tomar decisiones incorrectas. También pueden ser estérilmente hiperactivos así como paranoicos, inculpadores, conflictivos y rencorosos. Algunos contrafóbicos aprecian sus odios y pueden ser agresivamente groseros o incluso peligrosos.

Resumen de los niveles del Tipo de Personalidad Seis

Sanos. Los tipo Seis sanos son capaces de obtener intensas respuestas emocionales de los demás; son graciosos, simpáticos, cautivadores, amistosos y juguetones. La confianza es muy importante al igual que el hecho de vincularse con los demás y establecer relaciones permanentes. Se comprometen y son leales con las personas con quienes se han identificado. Responden a los demás siendo cooperadores, confiables, responsables, trabajadores leales y cumplidores. En su mejor estado: llegan a ser asertivos, confían en ellos mismos y en los demás, independientes aunque simbióticamente interdependientes. La fe en sí mismos los lleva a tener una actitud positiva y a manifestar valentía, liderazgo, riqueza de creatividad y autoexpresión.

Promedio. Los tipo Seis promedio empiezan a invertir su tiempo y energía en lo que ellos creen que les proporcionará seguridad y estabilidad. Son ambivalentes y reaccionan contra la autoridad a través de conductas pasivo-agresivas que mandan señales contradictorias y confusas. La ambivalencia hace que los tipo Seis vacilen y reaccionen de manera imprevisible. Actúan con evasión, indecisión y cautela respecto a todo. A medida que aumentan las tensiones, se vuelven gruñones, negativos y tienden a mandar señales contradictorias. Para superar las dudas y las angustias, se tornan sarcásticos y reaccionarios; adoptan una actitud recia y rebelde para compensar sus crecientes inseguridades. Se vuelven beligerantes y reaccionan con agresión a las aparentes amenazas a su seguridad. Pueden ser muy parciales y defienden a grupos excluyentes. Se vuelven ruines e intolerantes, convirtiendo a los demás en chivos expiatorios y atacando a cualquiera que parezca amenazarlos como una forma de acallar sus temores e inseguridades.

Malsanos. Al temer la condena y el rechazo por parte de la figura de la autoridad, los tipo Seis malsanos se sienten inseguros en exceso y se vuelven dependientes y automenospreciativos con agudos sentimientos de inferioridad. Tienen una autoimagen disminuida y se deprimen; se sienten cobardes, inútiles, incompetentes y atormentados por temores. Sobrerreaccionan a todo, exageran los problemas y es posible que sus actos irracionales, en efecto, causen justamente aquello que temen. En extremo angustiados, se sienten perseguidos y atacados por los demás. Para liberarse de la angustia, el abandono y las consecuencias de sus actos, se rebajan y se humillan ante la figura de autoridad para poder ser rescatados. Como patología, se presenta una conducta autocastigadora y masoquista. Es posible que se presenten problemas de alcoholismo, abuso de estupefacientes y pueden llegar al suicidio.

Motivaciones clave. Quieren tener seguridad, sentirse apoyados por los demás, tener certidumbre y tranquilidad, probar las actitudes de las personas hacia ellos, luchar contra la ansiedad y la inseguridad.

Pasión dominante: El MIEDO

Eneatipo 7

RESUMEN del Eneatipo 7: El Hedonista – El Entusiasta

Hay muchos personajes históricos con este estilo de personalidad, algunos de ellos son Jim Carrey, Chevy Chase, Walt Disney, Robbie Williams, Steven Spielberg, Mozart o Leonardo Da Vinci, y otros tantos de ficción, entre ellos tenemos a Peter Pan, Peter Griffin (Padre de Familia), Willy Wonka.

Miedo básico: verse despojado de todo y atrapado en el sufrimiento
Deseo básico: estar feliz y contento, encontrar satisfacción

Los Sietes son el último estilo dentro del trío que responde temerosamente a la vida. Considerando que los Cincos se retiran socialmente y los Seis se vuelven dudosos o suspicaces, los Sietes manejan sus miedos de una manera muy diferente. Las personas con este estilo tienden a suprimir y escapar de sus miedos enfocándose intencionalmente en lo positivo e imaginando planes, opciones y posibilidades. Los Sietes son re-encuadradores naturales dado que se enfocan en el lado luminoso de las cosas; hacen limonada sin limones, y se mantienen alegremente activos. El punto defensivo de esta estrategia es el de evitar el dolor interno y ser difícil de alcanzar como si fuesen un blanco móvil.

Los Sietes sanos son personas renacentistas y polifacéticas capaces de desarrollarse favorablemente en muchos ámbitos totalmente dispares entre sí. Las personas sanas con este estilo son normalmente aventureras y multi-talentosas, con un entusiasmo auténtico por la vida. Como niños, sin ser infantiles, los Sietes sanos son enormemente receptivos. La mayoría tienen una perspectiva positiva y estimulante y pueden apreciar de manera entusiasta los regalos que otorga la vida, incluso los más pequeños. Muchos poseen una amistosa mezcla de encanto y curiosidad; pudiendo ser creativos, extrovertidos, generosos con los amigos y constantemente interesados en los nuevos horizontes.Los Sietes sanos son normalmente muy elásticos y suelen regresar fortalecidos de la pérdida y la calamidad. También suelen ser leales y sensibles.

En su mejor momento, las personas con este estilo buscan compromisos de gran alcance y las más profundas satisfacciones. Con este propósito, pueden aceptar la real necesidad tanto del dolor como del compromiso en sus vidas. Aceptar la dimensión dolorosa de la vida le otorga al Siete mayor profundidad y por consiguiente refuerza su alegría. Muchos Sietes reportan que al estar dispuestos a hacer los compromisos apropiados, esto genera una estructura global dentro de la que aun pueden encontrar variedad en sus vidas.

Cuando están menos sanos, las personas con este estilo son propensas al escapismo e intentan evitar el dolor tanto en ellos como en los demás. Proyectan su poder hacia fuerzas externas que pueden confinarlos, restringirlos, deprimirlos o juzgarlos. Los Siete se auto-encarcelan dado que pueden rodearse con las personas y las circunstancias que los fijarán o obligarán, imitando lo que los Sietes les hacen a ellos. Después de crear una cárcel de expectativas y obligaciones, se sienten desvalidos, como si no tuviesen opción alguna. Para compensar, hiperflexibilizan su capacidad de elección.

Los Sietes controlan y subliman su dolor complaciendo sus apetitos. Éstos pueden ser por comida, drogas, ideas, actividad, personas, nuevas experiencias, etc.Los Sietes Enfermos devoran la vida pero no lo digieren. Buscan afuera la novedad, intentando mantenerse en alto a través de condimentar la realidad con sus imaginaciones y fantasías de lo que será. Pueden ser diletantes, impulsivos, rebeldes, impersonales, locuaces, narcisistas y codiciosos. Pueden abrigar muchos intereses pero indiscriminadamente; su conocimiento es extenso pero no profundo.

Muchos Sietes tienen problemas con la ejecución. Tienden a ser fuertes en comenzar la acción pero débiles en la continuación. Normalmente no les asusta iniciar un curso de acción o un nuevo proyecto. Su dificultad estriba en la aplicación diaria de tareas a largo plazo y en soportar su aburrido alargamiento.

Algunos Sietes temen el proceso. No tienen ningún sentido bien desarrollado de cómo hacer las cosas paso por paso. El pensar en poner un pie delante de otro no sólo es aburrido sino más aún: espantoso.

Bajo tensión, los Sietes también adoptan aquello que llaman encuadres “como si” dónde crean fantasías positivas sobre el futuro y pretenden que estas sean reales y estén presentes. A veces evitan las situaciones difíciles de esta manera, eliminando la necesidad de esforzarse, los riesgos del fracaso o el tener que juzgar sus acciones. La mayoría de los Sietes enfermos tienen miedo a ser inadecuados e inconscientemente se comparan con otros.

Cuando los Sietes están profundamente enfermos, la línea entre la realidad y la fantasía se pierde drásticamente. Crecen obsesionados con visones grandiosas y a menudo se inflan narcisistamente. Los Sietes muy enfermos puede rechazar completamente la responsabilidad por sus acciones y resistir todo limite realista en su conducta. Pueden ser salvajes, impacientes, caóticos, delirantes y explosivos. Las tendencias hacia las adicciones y los ciclos maníaco-depresivos se enroscan fuertemente. Puesto que nunca pueden satisfacer permanentemente sus apetitos, puede zambullirse precipitadamente en el hedonismo, buscando más que consumir. Cualquiera que se ponga en el camino de un Siete maniaco será derribado; son rotas todas las promesas hechas a los demás. Cuando muy enfermos, los Sietes atraen a las fuerzas legales hacia ellos. El mundo tiene que refrenar el comportamiento antisocial nacido de los deseos internos de los Sietes.

Resumen de los niveles del Tipo de Personalidad Siete

Sanos. Llegan a ser muy sensibles, excitables y entusiastas respecto a cualquier tipo de experiencia. Los tipo Siete sanos son extrovertidos, orientados hacia el mundo real de las cosas y sensaciones; son espontáneos y se regocijan con todo. Cada estímulo produce una respuesta inmediata y todo les parece excitante y vigorizador. Son alegres, vivaces, estimulantes, flexibles y animosos. Se convierten en realizadores versados y en individuos con aptitudes y conocimientos variados que hacen bien muchas cosas distintas. Poseen una gran cantidad de talentos y están dotados con capacidades virtuosas así como destrezas prodigiosas. Son prácticos, productivos, prolíficos, versátiles y abarcan numerosas áreas de interés. En su mejor estado: asimilan a fondo las experiencias y se convierten en individuos reconocidos y agradecidos, cautivados por las maravillas de la vida. Son positivos, optimistas, alegres y se sienten extasiados. Comienzan a tener indicios de una vida más allá de lo físico y experimentan un profundo sentido de las bondades de la vida.

Promedio. A medida que sus apetitos aumentan, los tipo Siete promedio desean experimentar con más cosas y tener una variedad más amplia de vivencias, convirtiéndose, de esta manera, en consumidores ávidos, materialistas codiciosos, individuos mundanos extasiados por las cosas del mundo, conocedores, “establecedores de modas” y buscadores de sensaciones nuevas. Se vuelven incapaces de decirse no, de negarse cualquier cosa. Hiperactivos, se lanzan en una actividad constante, haciendo y diciendo cualquier cosa que se les ocurra. Temen aburrirse y tratan de aumentar su estímulo y excitación manteniéndose en constante movimiento y distrayéndose con algo entretenido y nuevo, aunque hagan demasiadas cosas. Corren el riesgo de volverse superficiales, sin inhibiciones, volátiles, ostentosos, extravagantes. Sienten que nada los satisface, así que se vuelven inmoderados y desmedidos. Llegan a ser egocéntricos, egoístas, exigentes e impacientes. Insensibles con los demás, pueden llegar a ser groseros, descorteses. Tienen tendencias adictivas.

Malsanos. Los Siete malsanos se frustran muy fácil y son ofensivos y abusivos a medida que exigen cualquier cosa que deseen para mantenerse ocupados y distraídos. Se vuelven escapistas infantiles, impulsivos e insultantes y pueden caer en ataques de ira y en pataletas. Tienen serios problemas para controlarse. Las adicciones al alcohol, las drogas y otros excesos aumentan a medida que se convierten en individuos disipados, libertinos, pervertidos y depravados. Antes de manejar la angustia, expresan los impulsos en conductas sin inhibiciones; se descontrolan y son víctimas de cambios anímicos caprichosamente erráticos, volátiles y de actos compulsivos. Participan en locas parrandas de diversos tipos, como si no hubiera límite para ellos. Huyen de sí mismos y son objeto de súbitos ataques de pánico, depresión profunda y desesperación.

Motivaciones clave. Desean mantener su libertad y felicidad, evitar perderse cualquier experiencia que valga la pena, mantenerse motivados y ocupados, rechazar y rehuir del dolor.

Eneatipo 8

RESUMEN del Eneatipo 8: El Jefe – El Desafiador

Hay muchos personajes históricos con este estilo de personalidad, algunos de ellos son Julio Cesar, Ghengis Khan, Leónidas, Rockefeller, Frank Sinatra, Sean Connery, Oscar Shindler, Hugo Chávez, o Pablo Picasso, y otros tantos de ficción, entre ellos tenemos a Tony Soprano (los Soprano) y el Dr House.

Miedo básico: ser herido o dominado por otros
Deseo básico: protegerse, tener el control de su propia vida y de su destino

Los Ochos, Nueves y Unos comparten un trasfondo general de rabia y forman otro trío. Si los Dos, Tres y Cuatros pueden confundirse sobre quiénes son y cómo se sienten y los Cincos, Seis y Sietes reaccionan temerosamente y están desconcertados al momento de tomar acción. Los Ochos, Nueves y Unos reaccionan desde un cimiento emocional de ira y tienen problemas con la apropiada concepción racional, es decir: el pensar claramente. Esta dificultad se describe a menudo como una condición de sueño mental.

Los Ochos sanos frecuentemente son dinámicos, fuertes e independientes. Demuestran la virtud del poder: cómo ejercer influencia para propósitos constructivos. Muchos Ochos son líderes naturales que inspiran a otros, protegen al débil y se esfuerzan por la justicia. Pueden usar su fuerza para sacar adelante las cosas y tienen el valor y la voluntad para poner en práctica y ejecutar nuevas ideas. Usualmente son honrados y directos, produciendo un enérgica y fresca satisfacción en cualquier cosa que realizan.

Los Ochos sanos frecuentemente son amigos leales y generosos que protegen aquello que es delicado y vulnerable en los demás. Ésta es, al mismo tiempo, una metáfora de cómo se relacionan consigo mismos. Debajo de su fuerte armadura externa se encuentra cobijada una parte de sí mismos más joven y vulnerable. Esta parte se encuentra relacionada con una inocencia de percepción que normalmente tienen los Ochos sanos. Pueden ver el mundo como por primera vez, a través de los ojos de un niño. Podrían tener un amor relacionado a lo natural y espontáneo que es una fuente de espiritualidad y evoca esta calidad inocente. Los Ochos no acorazados muy a menudo exhiben la fuerza de la gentileza: son lo suficientemente fuertes como para ser amables, lo suficientemente abiertos para poder ser tocados, lo suficientemente seguros para poder estar equivocados y lo suficientemente ricos para poder ser generosos

Cuando los Ochos están menos sanos, su interés por el poder comienza a denigrar y a corromperse por los propios intereses. Dado que todavía se es relativamente libre de la auto-desconfianza, los Ochos empiezan a cubrir sus vulnerabilidades con agresivos despliegues de fuerza. Se sobre-identifican con ser fuertes como una forma de negar su lado tierno y sobrevivir en un mundo que consideran peligroso. También podrían tender a los excesos –quedándose despiertos hasta muy tarde, haciendo demasiadas cosas, manejando a excesiva velocidad, extraviándose de cierta forma en las adiciones para adormecer sus sentimientos más vulnerables.

Los Ochos enfermos disfrutan la confrontación e intentan hacer contacto con los demás principalmente a través de las disputas. Igualmente podrían presionar en contra de los demás para evaluar sus motivos y medir el grado de amenaza exterior. Los Ochos pueden narcisistamente inflar su presencia y parecer que ocupan mucho más espacio en un cuarto. Para proteger su parte tierna e infantil, pueden comportarse dominadores, arrogantes e insensibles. Bajo este caparazón intimidante, podrían sentirse sensibles a la traición, vulnerables al ridículo, o débiles de un cierto modo que los hace avergonzarse por ello.

La mayoría de los Ochos no comprenden realmente cuán agresivos pueden parecer. Esto es debido a que niegan defensivamente la retroalimentación, especialmente acerca de la forma como pudieron haber herido a otros. Los Ochos enfermos pueden negar los sentimientos de culpa, usualmente cubriéndolos con más agresión, pretendiendo no tener nada de que disculparse. Dentro de su mente pueden ver a las personas como caricaturas, objetos bidimensionales que pueden entonces ser aplastarlos sin conciencia.

Muy similar a los Dos, la diferencia entre las expresiones sanas de este estilo en contraste con las enfermas es extraordinariamente enorme. Los Ochos muy enfermos pueden hacer mucho daño, principalmente a los demás al servicio de mantener su imagen grandiosa de ser invulnerables. Gobierna el comportamiento de los tipos Ochos una actitud del tipo: pego primero antes de que me den a mí”. Con esta idea, pueden ser recelosos, intimidadores, vengativos, crueles y psicópatas. Muchos de los dictadores más sangrientos del mundo han sido Ochos muy enfermos, y sus brutales excesos reflejan como las personas enfermas con este estilo finalmente asesinan a su propia humanidad.

Resumen de los niveles del Tipo de Personalidad Ocho

Sanos. Asertivos, confiados en sí mismos y fuertes, los tipo Ocho sanos han aprendido a luchar para conseguir lo que necesitan y desean. Están orientados a la acción; tienen una actitud de “puedo hacerlo” y cuentan con una gran motivación interna. Les encantan los desafíos y son hábiles para iniciar proyectos; toman la iniciativa y hacen que las cosas ocurran. Son líderes naturales que los demás respetan y a quienes acuden en busca de orientación. Decididos, autoritarios y dominantes, los tipo Ocho sanos se ganan el respeto a través de ser honorables y utilizan el poder en forma constructiva defendiendo y protegiendo a la gente, actuando como proveedores, auspiciadores y promotores de causas nobles y empresas valiosas. En su mejor estado: se vuelven moderados, magnánimos, misericordiosos y tolerantes. Son capaces de dominarse a través de autodoblegarse ante una autoridad. Valientes, deseosos de ponerse en peligro para obtener lo que buscan y causar una influencia duradera. Pueden ser heroicos e históricamente grandiosos.

Promedio. A los tipo Ocho promedio les preocupa llegar a ser autosuficiente así como independientes a nivel económico. Son “individualistas recios,” pragmáticos, emprendedores, trabajadores y muy audaces; les encantan las aventuras y correr riesgos para ponerse a prueba y reafirmarse. Empiezan a querer dominar todo el ambiente (incluso a la demás gente) y se vuelven enérgicos, agresivos, orgullosos, egocéntricos y expansivos: se convierten en “el jefe” cuya palabra es ley. Imponen su voluntad y visión en todo y no ven a los demás como sus iguales ni los tratan con respeto. Sienten que deben salirse con la suya y se vuelven confrontadores, beligerantes, amedrentadores y desafiantes al mismo tiempo que tienden a crear relaciones antagónicas. Todo lo convierten en una prueba de voluntad y nunca ceden. Utilizan amenazas y represalias para que los demás les obedezcan, para mantenerlos en desequilibrio y con una sensación de impotencia. Sin embargo, el trato injusto hace que los demás tengan resentimientos y existe la posibilidad de que se agrupen en contra de ellos.

Malsanos. Los tipo Ocho malsanos se aferran a su poder y quieren prevalecer con el control sin importar el costo. Se vuelven totalmente crueles, violentos, inmorales y despiadados, dictatoriales y opresivos. No admiten la culpa, ni el temor ni cualquier otro sentimiento humano. Comienzan a desarrollar ideas delirantes acerca de sí mismos y se sienten omnipotentes, invencibles e invulnerables. Cada vez se vuelven más temerarios y si sienten que están en peligro, pueden destruir con crueldad a todo aquel que no haya acatado su voluntad. Vengativos, salvajes, con tendencias asesinas y sociópatas.

Motivaciones clave. Desean tener confianza en sí mismos, probar su fuerza y resistir la debilidad, ser importantes en su mundo, dominar lo que les rodea y tener el control de todas las situaciones.

Pasión dominante: La LUJURIA

Eneatipo 9

RESUMEN del Eneatipo 9: El Conciliador

Hay muchos personajes históricos con este estilo de personalidad, algunos de ellos son el Dalai Lama, Ringo Starr, George Lucas, Nelson Mandela, Gerald Ford o Mariano Rajoy,y otros tantos de ficción, entre ellos tenemos a Sancho Panza, Willy (Abeja Maya), Cleveland (Padre de Familia),Blancanieves.

Miedo básico: de pérdida y separación
Deseo básico: mantener la estabilidad interior y la paz mental

A diferencia de los Ochos que expresan directamente su ira, los Nueves encierran y taponan su enojo por debajo. Su estrategia defensiva central es auto-borrarse, mezclarse con y adecuarse al ambiente. Esta táctica requiere que los Nueves supriman sus bordes ásperos y encubran cualquier parte de ellos que pudiera parecer desagradable. La mayoría de los Nueves resienten las consecuencias de esta estrategia: la gente los pasa por alto pero igualmente manifiestan su ira de forma indirecta.

Dado que la mayoría de los Nueves han adquirido la coloración de su ambiente, hay una variedad confusa de personas con este estilo. Pueden desempeñar una amplia gama de ocupaciones y exteriormente parecer muy diferentes uno de otro. Sin embargo, lo que comparten en el fondo es una distinta tendencia a dormirse a sus necesidades internas. Cuando alguien está intentando identificar a un Nueve, lo que necesita buscar es la ausencia de algo en lugar de una calidad clara y definida que manifieste la persona.

Los Nueves a veces han sido descritos como las personas ordinarias del Eneagrama. En su estado más sano poseen una modestia personal profunda y una simplicidad elegante de pensamiento. Los Nueves sanos son uniformemente templados, estables, modestos, no-enjuiciadores y cómodos con quiénes son. A menudo tienen un punto de vista alegre como los Siete, pero viven en el presente y no el futuro.

Muchos Nueves tienen una energía tranquila enfocada sin ego que dirigen para producir cualquier cosa que sea importante para ellos. Este poder usualmente se encuentra arraigado en el amor independientemente de que piensen o no en él. La mayoría de las personas sanas con este estilo desean libremente servir a otros y administrar su mundo de modo que beneficie a aquéllos de quienes se preocupan.

Los Nueves son diplomáticos y mediadores naturales y pueden ser muy experimentados en la resolución de conflictos. Dado que buscan la paz, la unión y la armonía, generalmente les resulta sencillo encontrar puntos de acuerdo entre las partes en conflicto. De allí que un Nueve podría negociar pacientemente una empresa que se va construyendo en pequeños pasos positivos. Los Nueves sanos son suavemente dinámicos, cubiertos con un sentido altamente integrado del sí mismo y de la misión implícita. La mayoría suelen ser flexibles y capaces de reformular entorpecidas y arduas verdades en caminos útiles que de alguna manera no generen nuevas defensivas.

Cuando no están tan sanos, los Nueves convierten la modestia en auto-ocultación. Comienzan a unirse ciegamente con los deseos de otros y desempeñar los papeles que su ambiente requiere. En el proceso, borran sus propias necesidades, prioridades y ambiciones, ocultando sus opiniones y preferencias para mantener una aparente paz. La mayoría de los Nueves se ausenta de su propia vida, sin embargo, mientras más pasivos, se vuelven más desenfocados y ambivalentes.

Los Nueves menos sanos tienden a ver todos los lados de una situación e identificarse igualmente con cada perspectiva externa. Se enfocan en los detalles absurdos o inaplicables y pierden el panorama más amplio o, a menudo se olvidan del propósito original de una tarea. Pueden ser externamente responsables pero con un bajo rendimiento, complicando obsesivamente tareas sencillas a la vez que reducen al mínimo las consecuencias de no conseguir que se hagan las cosas más importantes. El entrar en círculos los releva de la necesidad de tomar decisiones y elecciones personales, tomar la responsabilidad por tener un “yo” que piensan podría llegar a ser rechazado por otros.

Los Nueves tienen a menudo problemas para decir públicamente no, pero de todas formas lo expresarán, normalmente a través de la obstinación silenciosa y la agresión pasiva. Los Nueves normalmente culpan a otros, ya sea explícita o indirectamente, de la vida que sienten que no pueden realmente tener. Ahí, en el fondo, se encuentra la ira, un nihilismo comprimido en la mayoría de los Nueves enfermos. Han perdido el interés en su vida y no ven razón alguna para despertarse a sí mismos para jugar aquello que están convencidos es un juego vacío e infructuoso.

Es su estado más deteriorado, los Nueves puede hundirse en un depresivo auto-abandono y un tipo de olvido perezoso que es unaimitación de la muerte. Pueden ser apáticos, limitados por el habito, callosos o entumecidos. Podrían hablar continuamente sobre lo que saben que deben hacer pero después nunca incomodarse para hacerlo. Podrían intentar evitar el conflicto pero accidentalmente provocarlo por estallidos de áspera disociación. Podrían ser desordenados, caóticos o entorpecidos y ofrecer retorcidas y malformadas razones para su irresponsabilidad.

Los Nueves profundamente enfermos puede hacer un gran daño a los demás a través del abandono, de la ruptura de compromisos y la conducta pasivo-agresiva a la vez que creen obstinadamente que sus acciones no tienen ninguna consecuencia. La adicción a las drogas y el alcohol pueden ser también problemas en esta etapa.

Resumen de los niveles del Tipo de Personalidad Nueve

Sanos. Los tipo Nueve sanos son muy receptivos, abiertos, poco cohibidos, emocionalmente estables y serenos. Aceptan su entorno. Confían en sí mismos y en los demás. Son relajados y están en armonía con la vida; pacientes, modestos, inocentes, sencillos y en verdad agradables. Se tornan optimistas, reforzadores, bondadosos, apoyadores; hacen que la gente se sienta cómoda y tienen una influencia sedante, sanadora; armonizan a los grupos y unen a las personas. Buenos mediadores, confortadores y protectores. Tienen una enorme dignidad, profunda serenidad y verdadera paz que provienen de la aceptación de su condición humana. En su mejor estado: se vuelven dueños de sí mismos y tienen una gran ecuanimidad y genuina satisfacción. Se sienten autónomos y realizados, paradójicamente unidos consigo mismos pero capaces de establecer relaciones más profundas. Están alertas, despiertos así como conectados con ellos mismos y con los demás.

Promedio. Los tipo Nueve promedio se vuelven humildes; se acomodan y aprueban demasiado a los demás. Son dóciles, adaptables y conciliadores de manera excesiva; aceptan—con ingenuidad y sin condición—las expectativas convencionales; se subordinan al otro, lo idealizan y viven a través de él. Los tipo Nueve son conservadores y temerosos a los cambios, trastornos y presiones de cualquier tipo. Son pasivos, indiferentes y complacientes; se alejan de los conflictos y evaden los problemas. Son perezosos, emocionalmente indolentes, no tienen ninguna disposición al esfuerzo o al enfoque de problemas; muestran una enorme indiferencia y se esperan hasta que los problemas desaparecen solos. Empiezan a “desintonizarse” de la realidad y se olvidan de lo que no quieren ver. Si los problemas no desaparecen los tipo Nueve empiezan a minimizarlos para apaciguar a los demás y para tener paz a cualquier precio.” Son estoicos, fatalistas y resignados como si no pudieran hacer nada para cambiar las cosas. Tienen poco criterio y los demás se sienten frustrados y enojados por su falta de responsabilidad y por su apatía.

Malsanos. Los tipo Nueve malsanos pueden reprimirse muchísimo y entonces se produce un desarrollo personal inadecuado. Se convierten en individuos desvalidos e incapaces. Se vuelven obstinados y niegan con terquedad la existencia de problemas y conflictos. Son seriamente negligentes e irresponsables y pueden ser peligrosos para cualquier persona que los necesite. Si los problemas persisten, se disocian de cualquier cosa amenazante de modo que a la larga no pueden funcionar y se convierten en individuos muy desorientados, despersonalizados, catatónicos e inmovilizados. Existe la posibilidad de colapso emocional y de fragmentación de la personalidad.

Motivaciones clave. Desean crear armonía a su alrededor, evitar conflictos y tensiones, mantener las cosas como son, resistirse a cualquier cosa que los pueda molestar o incomodar.

Pasión dominante: La PEREZA

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